Mari Toñi López va a ser proclamada inminentemente Candidata a la Alcaldía de Garrucha por el PSOE tras haberlo hecho al Parlamento Andaluz y haberse precipitado, en mi opinión, el PP lo que ha producido paradójicamente un efecto de sosiego entre sus adversarios políticos, tranquilidad entre otros y cierta desazón entre algunos adeptos.
La situación política actual en Garrucha es la de una Alcaldesa del PSOE cuestionada políticamente, por contar con un Equipo de Gobierno sin gestión durante estos primeros cuatro años de mandato que en política suelen ser de gracia, con un ExAlcalde emergente como se ha podido constatar con motivo del acto político de Unidos Podemos y una Oposición que ni está ni se le espera, no solo conformada institucionalmente por el PP y por quien liderará Ciudadanos así como es posible que por Somos Garrucha.
Garrucha es un pueblo que electoralmente se encuentra muy nivelado, por lo que solo una familia es capaz de inclinar la balanza hacia un lado u otro, como así ha obtenido la Alcaldía el PSOE, por menos votos que dedos de una mano. Partiendo de esta premisa, en la que se debería pensar desde el primer momento, y que por expresarla en forma de que “es un laboratorio político” me cayó ‘la del pulpo’, entiendo que habría actuar en consecuencia y no pensar en que el ‘efecto Pedro Sánchez’ y los molestos van a volver a inclinar la balanza hacia el PSOE, avalándose simplemente en la Alcaldía. Basar la esperanza en éso es de una gran torpeza política que solo conduce a cuestionar el escenario actual.
La situación descrita es la que abre un espacio electoral incierto para los tres grupos políticos representados en el Ayuntamiento. El primer candidato en estar dando plena satisfacción a esos conciudadanos, que están molestos con el PSOE y no ven al PP como alternativa, es Andrés Segura, primer Alcalde socialista que Garrucha ha tenido en dos tercios de siglo, que tiene en su haber una gestión política difícilmente equiparable y el recuerdo de prepotencia que pudiera haber dejado lo convierte en algo tan positivo como es el de creer en la humildad como principal valor en la actividad política, y nadie mejor para conocer esta faceta un Licenciado en Ciencias Políticas como aval con el que podría optar a satisfacer la pesadumbre de muchos garrucheros y garrucheras que están viendo cómo, por ejemplo, el Concejal de Urbanismo no puede ofrecer una relación de licencias de obras concedidas durante su mandato al igual que se detalló una relación de facturas impagadas por el Gobierno del PP.
No llama excesivamente la atención el comentario que me hicieron dos personajes políticos conocedores de Garrucha en el sentido de que le resultaría fácil recuperar la Alcaldía al PP si no estuviese dividido, pero una potencial unión, lo que es distinto a fusión, de los candidatos que han manifestado su deseo de comparecer ante las urnas haría difícil un Equipo de Gobierno monocolor.
Hasta hoy esta es mi opinión, muy personal y teóricamente intransferible, aunque desafortunadamente sea compartida por alguien más, pero este punto de vista se podría invertir si Mari Toñi tuviera a bien romper esta premonición mía, y solo mía, como es la de inspirarse en la celebérrima frase de Don Manuel Fraga “la Política hace extraños compañeros de cama”, pronunciada en el acto de presentación de Alianza Popular al ser interrogado sobre su participación en un proyecto político con sempiternos enemigos políticos y personales cuyos nombres omito por no encontrarse ya entre nosotros y porque no salieron a la luz pública en su momento pero sí que eran conocidos por todos. Tampoco es el caso en toda su dimensión aunque se le pueda aplicar el ardid político de Don Manuel Fraga que en una considerable extensión pude conocer casi de primera mano.
Pues bien, en el plano pragmático que es de lo que se trata, Mari Toñi podría dar un golpe de efecto político con proyección en lo personal y que iría más allá de lo estrictamente electoral, y estoy seguro que daría un giro copernicano a los resultados electorales en Garrucha, en esta ocasión con mayor incidencia que hace cuatro años. Se trataría única y exclusivamente de reordenar la lista, porque una vez conocidos los resultados electorales tan concejal es el que iba en segundo lugar como en sexto, y el valor de la Concejalía se demuestra en el día a día; y a las pruebas me remito.
Este golpe de efecto o jugada política de la virtual Candidata a la Alcaldía por el PSOE en Garrucha sería la de colocar como número DOS (2) a su mentor político: Andrés Segura, ExAlcalde y ExSecretario General de la Agrupación Local de las JJSS así como Graduado en Ciencias Políticas. El ‘fichaje’, por tanto, en lo profesional no puede ser más valorado, pero, sin impregnarse de titulitis, me resultan más valiosas las facetas política y personal.
En lo político, pienso, lo considero tan valioso por varios motivos: en primer lugar, anularía la anunciada candidatura de Andrés Segura para concurrir a los comicios electorales; en segundo lugar, porque el ExAlcalde socialista ya no es afiliado al PSOE y por consiguiente no se encontrará en el dilema de votar o no y mucho menos en unas municipales, con lo que garantizaría la dispersión del voto en un escenario que no se caracteriza por la abundancia de electorales así como el de algun@s más; en tercer lugar, proyectaría un ambiente real de sosiego y unidad al PSOE que haría pensar que la actual división ha sido una pelea entre compañeros como las hay en determinados momentos en cualquier familia; y en cuarto lugar, en lo personal cambiaría radicalmente la imagen de Mari Toñi por considerar el gesto de magnanimidad, humildad y de buena gente, haciendo bueno también el proverbio popular de que ‘de agradecidos es ser bien nacidos’.
Estaría bueno que un buen alcalde o una buena alcaldesa, con una buena gestión municipal en su haber, estuvieran supeditados a que su partido político ganara o perdiera las elecciones generales o autonómicas. O sea, un extrapolación impensable, contraria a la naturaleza de las cosas.
Lo que sí se ha visto en cada pueblo de la comarca es un despliegue de Vox que nada tiene que ver con la correlación de fuerzas de sus respectivos ayuntamientos, pues está claro que en la elecciones locales se vota en clave de buena, mala o regular gestión del equipo de gobierno en sus cuatro al frente de municipio. Eso es una evidencia que no admite discusión, gobierne quien gobierne en Madrid o Sevilla. Lo demás son lucubraciones para pasar el rato o soñar despierto.
Se equivoca el sr. Adolfo. Él habla de cuando estaba de alcalde, pero de eso hace mucho tiempo. Desde entonces ha cambiado casi todo.
Si miramos los resultados de las elecciones del domingo pasado pueblo por pueblo, veremos como los resultados se parecen a los de sus ayuntamientos. También se reflejan sus conflictos y el resultado de su gestión.
En Garrucha es muy fácil que se produzca un cambio en la dirección de los resultados del domingo.
Leo con atención los comentarios de personas que extrapolan los resultados de las elecciones andaluzas del pasado domingo a las próximas elecciones locales de Garrucha. O sea, que voto arriba o voto abajo ya se sabe la composición del próximo Ayuntamiento: 5 concejales Psoe, 4 PP, 2 Cs, 1 Vox (si se presenta) y 1 podemos = 13 concejales.
Otro comentario nos dice que el alcalde será Juan Francisco por la sencilla razón de que el PP gobierne la Junta de Andalucía. Craso error.
La experiencia dice que las cuatro elecciones que se celebran en España no son extrapolables, pues son de distinta naturaleza.
Como estamos en Garrucha voy a poner mi ejemplo: Llevaba yo 3 años de alcalde cuando en octubre de 1982 arrasó Felipe González con 202 diputados. Ya gobernaba el Psoe en la Junta de Andalucía. Siete meses después, en mayo de 1983 se celebraron las elecciones locales que volví a ganar con un concejal más (8) y Psoe (3, bajó 1), entonces la Diputación pasó a ser presidida por el Psoe. Llegamos a las elecciones locales de 1987 y las gané con todos los concejales (11), pues el Psoe no se presentó. A las siguientes volvió el Psoe y yo seguí ganando hasta que en 1999 me retiré.
En resumen, de mis 20 años de alcalde, en 14 de ellos gobernó Felipe González; en los 20 años el Psoe gobernó la Junta hasta ahora y la Diputación estuvo gobernada por el Psoe de 1983 a 1995. Es importante decir que en aquellos años el Psoe ganaba siempre en Garrucha, tanto en las generales como en las autonómicas.
Como se ve, la extrapolación brilló por su ausencia.
Si Andrés Segura no lo impide, el próximo alcalde se llamará Juan Francisco Fernández.
Si -como todo indica- Juanma Moreno preside la Junta, la marca PP ganará muchos enteros, los suficientes para ser los más votados en Garrucha sin necesidad de que su candidato aporte lo más mínimo, que no lo aporta.
Por su parte las siglas Psoe caerán por los suelos por el propio efecto de la derrota y por el desmantelamiento de sus “chiringuitos ” de apoyo (puerto, Proder, planes de empleo…).Y, al igual que el candidato popular, Maria López no aporta nada, más bien lo contrario.
En este escenario, Andrés Segura tiene muchas posibilidades.
O sea, Andrés Segura segundón de la alcaldesa habiendo sido alcalde ocho años y ella concejala.
Agustín, no creo que eso pueda ser así, ¿te imaginas el día a día? ¿tú crees que AS se avendría a la subordinación? Seguro que no. Saltarían chispas como el pedernal. De ningún modo ella aceptaría semejante situación teniendo como tiene el si bwana incondicional.
Dada la situación que en este artículo se describe, los socialistas de Garrucha y sus jefes de Almería debían analizar los resultados del 2D. Por si procede quitar a Maritoñi de la cabeza de lista de las próximas elecciones municipales.