“Avergonzados, indignados y preocupados”, es como se ha expresado, en privado, uno de los máximos dirigentes nacionales del PP ante el cúmulo de datos sobre la campante corrupción en el Partido, sus posibles ramificaciones en el Sur y la Comunidad de Madrid en la época de Esperanza Aguirre y de los entonces vicepresidentes Ignacio González y Francisco Granados.