Amarres sin cadenas
a los palos de la cama, a la tierra, personas, ideas que constituyen nuestro ser.
Quemamos naves, contra viento y marea.
Qué pasaría si el sentido crítico tendiera puentes, rompiera cadenas y nos desnudase en una nueva oportunidad.
Descansar en el útero materno, al anochecer polvo de estrellas, donde se pueden palpar los sueños, donde no hay lugar para el miedo.
Pero..,…pero…el hombre es hombre y siempre vuelve al punto de origen.