A una decenas de metros de la desembocadura de la Rambla del Cañuelo en Roquetas de Mar se podía divisar esta mañana del Día de Todos los Santos una colonia de aves acuáticas que extasiaban a los que por sus proximidades transitaban, y en la hendidura de la rambla se podía divisar en su desembocadura cómo se vertían al mar ingente cantidad de aguas presuntamente de Las Norias de Daza, aunque las turbulencias provocadas en el puente que canaliza las aguas y permite el tránsito peatonal eran colorientas.