El frío y la subida de la energía eléctrica han conseguido volver tiempo atrás y encender chimeneas con las que hay que aumentar la precaución hasta límites insospechados para que no ocurra como en la céntrica Calle Cervantes de Berja, donde dos habitaciones de una casa se han visto afectadas por el fuego de la chimenea sin que afortunadamente haya que lamentar daños irreparables a sus moradores.