La concienciación generalizada en Mojácar de que se hacía necesario actuar en el edificio El Mirador, desde el que se divisaba una extasiante panorámica sin parangón en la España pensular, ha provocado un desarrollo normalizado en la población residente como entre los visitantes habituales, estando previsto que para Semana Santa se encuentre las estructura acabada y la comunicación restablecida.