El polvo que levantan los camiones de la planta de hormigón existente en la rambla Pastor en Las Losas ha impedido a agricultores colindantes con el cauce que vendan sus productos en las alhóndigas, debido a la suciedad y el aspecto que presentan. Los reiterados intentos de los agricultores por solucionar el problema por el diálogo ha resultado infructuoso, por lo que ya están planteándose recurrir a la Justicia.
Francisco Antequera es uno de los agricultores afectados que ha estado doce días sin vender sus tomates por el mal estado que presentaban debido a la tierra que les envolvía. Durante este tiempo en que la alhóndiga le impidió vender sus productos, se ha hecho necesario lavar el plástico y los productos que cultiva, ahora es el tomate de diversas variedades, lo que le ha costado un sobreesfuerzo económico por cuanto ha tenido que emplear más abono y gastar cuatro o cinco mil litros de agua para poder vender lo que tanto trabajo cuesta producir. Antes cultivaba berenjena pero el problema era mayor por lo que decidió suspender este cultivo y dedicarse solamente al tomate.
Antequera relata que el problema es el de siempre, el que los camiones de una empresa arenera provocan a su paso por el cauce de la rambla, una nube de polvo que envuelven los invernaderos en su rivera existente. Llevan luchando contra ello mucho tiempo sin que se le haya dado una solución definitiva, y parece que va para largo porque este agricultor estuvo dialogando con el empresario de la planta para ofrecerle soluciones sin que el propietario mostrara interés por su resolución, por lo que han decidido resolverlo judicialmente.
La impotencia de los agricultores afectados es manifiesta, porque “tenemos la tierra prácticamente encima de la planta y vamos de mal en peor”. Indica Antequera que en la planta existen unos montones de tierra equivalentes a quinientos camiones que no son regados y además los molinos están al descubierto. Es un trasiego constante de camiones que discurren por el cauce arenoso y terroso de la rambla envolviendo a su paso a todos los invernaderos en la nube de polvo que levantan. Son veinticinco o treinta agricultores los que tienen sus invernaderos en la zona afectada, que es la que va desde la Ctra. De Alicún hasta Las Losas, a ambos lados del cauce de la Rambla Pastor. Todos tienen el mismo problema, la queja es igual para todos y tienen ya el decidido propósito de poner fin “porque solución hay pero el empresario se niega”.
Ángel Martínez es además de agricultor presidente de la Asociación de Vecinos “Corazón de Jesús” del barrio roquetero Las Losas, y asegura que no existe voluntad por parte del propietario de la planta de drenaje de solucionar el problema que está causando malestar a los agricultores de la zona y un sobreesfuerzo económico sin que ellos tengan algo que ver con ello. “Las torvas están destapadas y muelen así”, afirma Ángel Martínez.