La indiferencia existente en la dirección de la Comunidad de Vecinos del edificio Mar y Sol está provocando un profundo malestar en varios residentes por no atender sus demandas, llegando incluso a hacer gala de mala educación por parte de la administración al responder con el silencio ante reiterados requerimientos.
El edificio en cuestión es el primero que se construyó en Garrucha a principios de la decada de los 60 y el primer choque que se produjo entre vecinos fue la negativa por parte de uno de la instalación de un ascensor, sospechándose que está motivado por la pretensión de un redicido grupúsculo en demoler el edificio para construir otro con mayor altura.
Tras este choque entre vecinos interesados en la especulación urbanística se hizo caso omiso una reparación, motivando una condena judicial a la Comunidad de Vecinos, lo que podría producir una situación similar ante el requerimiento de abono de cuotas para la instalación del ascensor cuando persisten razones que la hacen imposible en este momento así como la no reparación de defectos causados por el no mantenimiento de la cubierta por parte comunitaria.
Es sospechoso lo que está pasando en la Comunidad de propietarios ese edificio. Las cuotas para la instalación de un ascensor ya están pagadas, con sacrificio en muchos casos, pero el ascensor no se ha instalado. Y la previsión es que tardará mucho -años- en hacerlo.
¿Porqué tantas prisas por cobrar? Sospechoso sospechoso.