Una obra del pintor pulpileño Pedro Antonio Martínez Expósita, ‘Don José Mezquita’, protagoniza la sección de ‘la obra invitada’ que periódicamente se renueva en el Museo de Arte de Almería ‘Doña Pakyta’, situado en la Plaza Emilio Pérez del centro de la ciudad. Se podrá visitar desde hoy hasta el próximo domingo, 5 de marzo, tal y como han explicado esta mañana la concejala responsable del Área de Cultura, Educación y Tradiciones del Ayuntamiento de Almería, Ana Martínez Labella, y el director del Museo de Arte, Juan Manuel Martín Robles.
“Esta nueva obra puede ser disfrutada por todos los almerienses y turistas desde hoy y sustituye a ‘La Sagrada Familia’ de Jesús de Perceval. Se trata en definitiva de renovar en pocas semanas esta atractiva sección que siempre permite ofrecer algo nuevo a los amantes de la pintura, ofreciendo de esta manera un nuevo aliciente para acercarse al Museo de Arte”, ha dicho Martínez Labella.
La obra ‘Don José Mezquita’ pertenece a la colección de Álvaro y David Segura Arán, coleccionistas colaboradores de la Fundación de Arte Ibáñez Cosentino. Tal y como ha explicado el director del Museo de Arte, “su obra rápidamente obtuvo el favor de coleccionistas y aficionados, dadas sus excepcionales dotes como intérprete de la belleza femenina y excelente retratista. Maestría patente en la “obra invitada” que ahora nos ocupa. Un retrato de sobria factura y pincelada enérgica en el que los ecos de la tradición retratística hispana se suman a la modernidad de la pintura de Pedro Antonio”.
Sobre el autor
Nacido el 29 de noviembre de 1886 en el seno de una familia humilde, tras una infancia y juventud dedicada a ayudar a sus padres en los negocios familiares (el pastoreo y la venta de agua), con diecisiete años, Pedro Antonio comenzó a asistir a la escuela pública de Pulpí. Allí observó sus excepcionales dotes para el dibujo el promotor de la escuela, don Emilio Zurano Muñoz. Afamado abogado, publicista y literato pulpileño afincado en Madrid que decidió ayudar al joven artista, acogiéndolo bajo su protección.
Así, gracias a la ayuda de Zurano Muñoz, hacia 1910 Pedro Antonio se trasladó a Madrid y comenzó sus estudios en el taller del afamado artista Eduardo Chicharro (1873-1949); maestro al que en 1912 sucedió en la formación del almeriense José María López Mezquita (1883-1954). Pintor granadino cuya influencia en Pedro Antonio, formal y temática, es innegable y en cuyo estudio nuestro pintor conoció al también artista granadino Francisco Soria Aedo (1898-1965), con el que entabló una sincera amistad y compartió estudio desde 1919 hasta su traslado a América.
Presente en casi la totalidad de exposiciones importantes celebradas en Madrid desde 1917, Pedro Antonio se marchó a América en 1930. Tras un periplo por diversas ciudades del Sur, exponiendo en Río de Janeiro, Sao Paulo y Buenos Aires, en 1932, siguiendo el consejo de López Mezquita, se estableció en Nueva York.