El palmeral de Garrucha, espejo de la derecha local que encarnaba el entonces Alcalde Adolfo Pérez López, que lo convirtió en el primero existente en la provincia de Almería tras el del Parque José Antonio de la capital, se está convirtiendo en el espejo gubernamental de la alcaldesa Mari Toñi López Cervantes, cuestionada por un cada vez más amplio sector social debido a su inanicción tras año y medio en la Alcaldía conseguida por 3 votos.
La parálisis gubernamental que se le atribuye a la alcaldesa socialista es vista plasmada hasta el límite de que el palmeral existente en el Paseo Marítimo, espejo turístico del municipio que Mari Toñi López pretende convertir en la ‘capital del Levante Almeriense’, se encuentra moribundo con numerosas palmeras cortadas, secas o a duras penas sostenidas por hierros que por su ubicación podrían causar un daño irreparable a la ingente cantidad de presonas que transitan por el incomparable marco costero de Garrucha.
Son numerosas las palmeras que solo dan fe de su existencia el tronco y el lugar en que se encontraban, llamando poderosamente la atención lo poco que se cuida la imagen de un pueblo turístico al que ya no se puede acudir a desgustar uno de sus pescados a la plancha como se puede hacer en la capital, y donde por su Paseo Marítimo se puede divisar la triste imagen de árboles cortados con con sus raíces tapadas por césped artificial.
Vaya panorama el que tenemos en Garrucha, donde El Carriles pasa holimpicamente de toico y solo espera que pasen estos cuatro años pa juvilarse con una buena penzion. El Kuki y el Bernardo centraos en el jefe d ela policia mientras la Maritoñi se frota las manos.
Y mientras tanto el palmeral se seka y el que camina por el paseo maritimo buscando un bar con tapas de peskao solo ve palmeras tronchas y alejandose de las que lo no estan por si les cae una encima.
Dicen que esto de las palmeras está pensao con la cabeza : cuantas más desaparezcan más sitios hay para poner mesas de los bares. Palmera que se seca, mesa que se coloca.
Dicen que están preparando una ley para que este verano, los peatones, los minusvalidos y los carricoches de los bebés circulemos fila india por el Malecón. Como queremos ser la capital de la comarca…
Ja ja ja, buena metáfora. Lo que está pasando con el palmeral del Malecón es representativo de lo que pasa en el municipio, que cada vez hay menos palmeras, que cada vez hay más desncantad@s y menos apoyos a los sociolistos.
Va para dos años ya sin recoger ningún fruto, sin dátiles.
Aquí hace falta un hortelano con más conocimientos y menos pereza.
Haberlos haylos.