A propósito de mi artículo: “Los riesgos del Ayuntamiento de Garrucha”, publicado estos días en este periódico digital, Antonio González Ruiz (AG), de Garrucha, ha escrito en las redes sociales un comentario que me ha llamado la atención, aunque no me ha sorprendido por razones que ahora no hacen al caso. Para poner las cosas en su sitio escribo esta réplica.
Creo que AG se ha metido en un jardín del que difícilmente puede salir si es que lo intenta. Comienza su comentario diciendo: “Me paré muy bien y es de agradecer las advertencias del Sr. Pérez, siempre tan preocupado por los problemas de su pueblo adictivo.” Creo que se advierte claramente el tono de lo que se quiere decir. Ciertamente me preocupo mucho por los intereses de Garrucha, y sé que hay muchas personas en el pueblo a las que les gustan mis artículos, siempre sin pedir nada para mí.
Y AG remata la frase con lo de mi “pueblo adictivo.” ¿Qué significa eso de adictivo? ¿Que soy adicto a Garrucha? Entiendo que es un dicho que carece de sentido. Si hubiera escrito “pueblo adoptivo” entonces estaría de acuerdo, pues resulta que Garrucha es mi pueblo de adopción desde hace casi 55 años. Un pueblo en el que la mayoría me acogió y siempre me trató con amistad y afecto. Es la misma gente que me eligió cinco veces sucesivas para alcalde, cargo que desempeñé durante algo más de 20 años. Mis hechos al frente del municipio son una realidad y están en la mente de los garrucheros, pues no hace tanto tiempo de mi salida (1999).
No obstante, si alguien tiene curiosidad por saber o recordar lo que se hizo en Garrucha durante los años de mi alcaldía, le invito a que vaya a internet y mire en mi blog, cuyo título para acceder al mismo basta con pinchar en: Escritos políticos e históricos de Adolfo Pérez López – Garrucha. En mi blog encontrará una serie de escritos míos, entre ellos el de 2 de marzo de 2017, titulado: “Memoria breve de las gestiones más importantes realizadas por los gobiernos del Ayuntamiento de Garrucha entre el 20.04.1979 y el 03.07.1999, siendo alcalde Adolfo Pérez López.” En tal escrito está lo hecho durante ese tiempo. Además hay otros dos donde se da cuenta al detalle de las gestiones realizadas para urbanizar el paseo marítimo y conseguir el término municipal. Para mejor ilustración en el mismo blog tengo colgadas más de 550 fotos, la mayoría de Garrucha, distribuidas en nueve álbumes, en ellas aparecen los hechos más significados de mi tiempo al frente de la alcaldía.
Pero la pretensión de AG es darme una lección sobre el buen hacer de una persona amiga suya y poner al descubierto errores políticos míos en la gestión municipal en dos hechos concretos. Me refiero a lo sucedido con el edificio de la Ayudantía Militar de Marina y también a la cesión del terreno para la construcción de la casa – cuartel de la Guardia Civil.
Empecemos por la Ayudantía Militar de Marina. En el año 1960 el Ayuntamiento acordó cederle al Patrimonio del Estado un solar en el paseo del Malecón para la construcción de la Ayudantía Militar de Marina, que poco tiempo después se levantó, de modo que por ley el solar y el edificio pasaron a formar parte del Patrimonio del Estado. Unos treinta y cinco años después (1995?) la Ayudantía se clausuró y dos años más tarde, en 1997, siendo yo el alcalde, el Ministerio de Defensa ofreció al Ayuntamiento la compra del edificio, entonces solicité que se minorara el precio de venta en la cuantía del solar que en su día cedió el municipio. A las gestiones que hice para conseguir la rebaja del precio el Ministerio contestó diciendo que eso era imposible porque el solar había sido cedido de forma gratuita. Tan buen edificio, en lugar privilegiado, junto con su barato precio:178.314 euros (29.668.977 pesetas), la Corporación plenaria, por unanimidad de sus once miembros, acordó comprar dicho inmueble por el citado precio y pagarlo en cuatro anualidades. Todo cuanto digo respecto al edificio de la Ayudantía de Marina y su compra consta en el acta (la tengo delante) del pleno de la Corporación municipal de 8 de enero de 1998. Y ahora pregunto a AG que me aclare donde está mi error al comprar tan estupenda ganga.
Ahora es el turno para contar la pequeña historia de los terrenos cedidos en su día por el Ayuntamiento para edificar la casa – cuartel de la Guardia Civil. En un nuevo error suyo AG dice en su comentario lo que sigue: “Y no ocurrió lo mismo gracias a la lucha y empeño de un concejal , socialista , nuestro inolvidable JOSÉ LÁZARO VIZCAÍNO que defendió a uñas y dientes su postura para que no se cediera igual que a la Marina un solar, sino mal recuerdo de 7000 m.” . (Para los jóvenes que no lo sepan les aclaro que el señor Lázaro Vizcaíno era el jefe de la oficina de Correos de Garrucha, con el que me llevaba muy bien.)
Dice AG que con el solar cedido a la Guardia Civil no ocurrió lo mismo que con la compra del edificio de la Ayudantía de Marina gracias al concejal socialista José Lázaro Vizcaíno. Veamos lo que de verdad ocurrió. Los datos que siguen están tomados del acta (la tengo delante) del pleno de la Corporación municipal celebrado el 20 de diciembre de 1979 (hacía ocho meses que yo era alcalde de Garrucha). En la sesión se dio cuenta del escrito del teniente coronel jefe de la Guardia Civil de Almería, de fecha 24 de noviembre de 1979, mediante el que solicitaba la cesión al Patrimonio del Estado de un solar de 7.000 m2. para ser destinado a casa – cuartel de la GC. También se dio cuenta de que un técnico de la GC y una comisión municipal habían visitado la finca y acordado el lugar de emplazamiento de la casa – cuartel. Sigue diciendo el acta que se produjo un amplio cambio de impresiones entre los miembros asistentes al pleno en el que se puso de manifiesto el deseo de todos los miembros de llevar a cabo la cesión solicitada a fin de que se realizara la obra con la mayor rapidez. El acta nada dice que el concejal Lázaro Vizcaíno, presente en la sesión, dijera nada especial o relevante sobre el tema, pues de haberlo dicho en el debate que no se produjo seguro que lo hubiera recogido el acta como es normal que así suceda.
Y añade el acta que por unanimidad de los miembros presentes se acordó la cesión del terreno solicitado, a segregar de la finca rústica del Ayuntamiento. Asimismo se acordó que de conformidad con lo dispuesto en el artículo 97 del Reglamento de Bienes de las Corporaciones Locales la cesión acordada se supeditaba a que se cumplieran las siguientes condiciones: Que se construyera la casa – cuartel de la Guardia Civil en el plazo máximo de cinco años. En caso de que así no se hiciera el terreno revertiría automáticamente al patrimonio del Ayuntamiento, como después sucedió puesto que la casa – cuartel está ubicada en la calle Mayor.
Como se ve, y es lógico, el solar retornó al Ayuntamiento por imperativo legal y no por lo que supuestamente dijera un concejal en un pleno. ¿Cómo es posible pensar que asuntos de tanto calado como es la gestión del patrimonio municipal se supedite a las ocurrencias de un alcalde o un concejal? Es absurdo pensar que eso pueda ser así. Lo lógico es cumplir lo que dispone la ley, en este caso la aplicación del citado artículo 97 del Reglamento de Bienes de las Corporaciones Locales. No comprendo, pues, de donde saca AG que el retorno del solar de la Guardia Civil al Ayuntamiento se debió a la actuación del concejal Lázaro Vizcaíno.
Y aquí me quedo, no sin antes decir que no entiendo qué tienen que ver el solar de la Guardia Civil y el edificio de la Ayudantía de Marina con el solar de la palmera, pues los dos primeros eran cesiones para el servicio público del Estado y el de la palmera es una concesión para el negocio hotelero de una empresa privada. Entiendo que este solar debe permanecer como está, a la espera de ser utilizado para el equipamiento del servicio público municipal.