Se ha realizado un sentido homenaje al párroco Don Manuel Rubira Sola. El pueblo lo recibe en el Monumento al Cantero donde le dedicarán unas palabras a una de las personas que más han marcado en la historia del pueblo, que fue además el que provocó la gran devoción que actualmente siente el municipio por su patrona, la Virgen del Rosario.
Tras el acto en el Monumento al Cantero, todas las personas asistentes a este emotivo acto podrán acompañar el cortejo hasta el templo parroquial donde se celebrará una Santa Misa y se inhumarán sus restos mortales, cumpliendo de esta forma con la última voluntad. El actual párroco de Macael, Don Óscar Trujillo afirma que “fue un buen pastor y entregado a su pueblo, un trabajador incansable e instrumento de paz en los momentos más difíciles”.
Don Manuel Rubira Sola estuvo dedicado cincuenta años al pueblo de Macael. Durante la Guerra Civil, se vio obligado a esconderse en el pueblo de Laroya y fue duramente hostigado, luchando además para ayudar a todos los vecinos de Macael ante las desdichas de la guerra.
Entre sus actos más destacados, además del gran cariño que manifestaba a su pueblo, fue la reconstrucción de la cúpula de la Iglesia de Laroya. También reconstruyó la Iglesia de Macael y su casa parroquial a base de trabajo voluntario y de los vecinos y feligreses.
Durante los años que estuvo en Macael vivió plenamente entregado a su pueblo. Abrió una academia en la Torre de la Iglesia para impartir clases a los niños, e inculcó la gran pasión por la Virgen del Rosario.
La última voluntad de Don Manuel Rubira Sola fue ser inhumado a los pies de la Virgen del Rosario en la Parroquia de Macael. Más de treinta años después de su muerte, el pueblo de Macael va a cumplir hoy con su última voluntad, y descansará para siempre en su templo.
El pasado miércoles 7 de junio se inauguró en el Ayuntamiento de Macael una exposición fotográfica donde se puede conocer detalladamente su vida, y a la que han acudido ya numerosos vecinos para recordar a esta figura tan importante.
Biografía de Don Manuel Rubira Sola
Don Manuel Rubira Sola nació el 9 de enero de 1.903 en el municipio almeriense de Velefique. Sus primeros estudios y preparación para ingresar en el Seminario los realizó junto con Don Ramón Gómez García, párroco de su tierra natal.
El 2 de octubre de 1.914 ingresó en el Seminario, un día después del fallecimiento de su padre, Pedro Rubira Fernández. Abandonó el Seminario para ayudar a su familia con su trabajo. Fue ordenado sacerdote por el Obispo de Almería Fray Bernardo Martínez Noval en la Catedral el 26 de mayo de 1.927, celebrando su primera misa en Blanes, Gerona.
Llegó a Macael al terminar la Guerra Civil para ayudar al Párroco don Blas Cortés Ramírez,, que se encontraba anciano y enfermo, y que murió en Fines el 1 de junio de 1.943, quedándose él como párroco de Macael.
En 1.941 se hizo cargo de los servicios de Purchena y Laroya a los que tardaba 3 horas de ida y 3 de vuelta por montaña.
Falleció en la Cruz Roja de Almería el 7 de mayo de 1.989. Ahora, 28 años después, el pueblo de Macael va a cumplir con su última voluntad.