La Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC), Asociación que engloba todas las Escalas y Empleos de la Guardia Civil, por medio del presente comunicado pone en conocimiento de la opinión pública en general lo siguiente:
Para AEGC las declaraciones vertidas por el rapero Valtonyc durante un concierto con las que animaba desde el escenario a matar “un puto guardia civil” y a “ponerle una puta bomba al fiscal” son una clara incitación al odio y a la violencia y nada tienen que ver con el derecho a la Libertad de Expresión que nos reconoce a todos los españoles, con la excepción de los guardias civiles. Porque a nuestro juicio ningún derecho, por muy universal que sea, puede estar por encima de la vida de un ser humano y Valtonyc con sus ”bravatas” en el escenario nos ha puesto una diana más a todos los que vestimos este uniforme. Diana que se une a la que ya tenemos por nuestro oficio, a la que hemos llevado en los años del terrorismo etarra, o a la que nos ponen ahora los narcotraficantes en el Campo de Gibraltar o la que nos señala en Cataluña donde hasta nuestros hijos sufren acoso por ser hijos de guardias civiles. Al contrario de lo que piensa, y difunde en la redes, el rapero Valtonyc los guardias civiles no amenazamos de muerte ni a él ni a ningún ciudadano, estamos al servicio de los demás, defendemos sus derechos y nos dejamos la piel por garantizar su seguridad.
En AEGC respetamos las opiniones de todos nos gusten o no, valoren más o menos nuestro trabajo, pero este derecho constitucional no da a nadie la libertad de ir amenazando de muerte a ningún ciudadano, ni a ningún trabajador público. Por este motivo nuestra asociación ya ha pedido a sus servicios jurídicos que estudien las amenazas vertidas por el rapero por si son constitutivas de algún tipo de ilícito penal y presenten, en nuestro nombre, la pertinente denuncia.
Pero independientemente de las iniciativas jurídicas, la Asociación Española de Guardias Civiles vuelve a insistir en la necesidad del endurecimiento de la legislación actual contra los ataques y agresiones a los agentes de la autoridad que han ido aumentando de manera alarmante en los últimos años