Una cuidada puesta en escena, con velas y flores por el suelo, y una cálida luz daban la bienvenida a los espectadores que anoche llenaron el patio de butacas para disfrutar de uno de los primeros conciertos de la gira de presentación del tercer trabajo discográfico de estudio de Las Migas, ‘Vente Conmigo’. Una cita musical que pertenece al programa del ‘Invierno Cultural’ puesto en marcha por el Área de Cultura, Educación y Tradiciones del Ayuntamiento de Almería y que durante dos horas hizo las delicias del respetable y también del cuarteto formado por Alba Carmona (voz), Marta Robles (guitarra), Alicia Grillo (guitarra) y Roser Loscos (violín).
“Tenéis un teatro que es un bombón”, aseguraba la vocalista tras las dos primeras canciones, ‘Viejo Patio’ y ‘Vente Conmigo’, excelente carta de presentación, que tuvo continuidad en ‘Dime Que Sí’. La delicadeza de Las Migas se hace palpable en la muy lograda conjunción de las dos guitarras flamencas con violín, instrumentos además apoyados por el contrabajo de Pepe Maya y la percusión de Paco Santiago. Como reconocimiento a sus orígenes como grupo, y también de dos de las componentes de origen catalán, Roser y Alba, la formación interpretó la emocionante ‘La Plaça del Diamant’, para después abordar con seriedad necesaria los malos tratos en ‘Ojos Grandes’.
Fue en este punto cuando cualquier atisbo de previsibilidad saltó por los aires, ya que el concierto devino en una plausible variedad. Primero con la instrumental ‘Guajira para Julio’, interpretada a dos guitarras por la sevillana Marta Robles y la cordobesa Alicia Grillo. Tras ella, vendría una versión sentida y aflamencada del famoso tango ‘Voy a Perder La Cabeza Por Tu Amor’. A continuación, Alba Carmona sorprendió al público con un amplio abanico de baile y zapateo al ritmo de ‘Peregrinitos’. Una mezcla entre lo clásico y contemporáneo, combinado con baile, que se llevó una cálida ovación. Para culminar el brillo individual de cada una de las componentes, Roser Loscos se quedaría a solas en el escenario para dialogar públicamente con su violín.
El público, muy cómplice
Llegado el ecuador, si la primera parte se caracterizó por una presentación solemne y muy cuidada, en la segunda Las Migas demostraron sentirse como pez en el agua en el escenario e hicieron cómplices de ello a los asistentes. Así quedó reflejado en ‘Ni Contigo Ni Sin Ti’, que dividió al público en dos bandos, “las tomateras” y “las chicarronas de Bisbal”, animando a cada uno a sumarse a los coros del estribillo. Así, la fiesta seguiría con ‘Déjalos Que Digan’ y con la polifonía vocal de ‘Con Toda Palabra’.
También quedarían instantes para la emoción como ‘Calma’, compuesta tras superar momentos difíciles por Alba Carmona, para ahuyentar a los agoreros en ‘Cosas Buenas’, para el humor en ‘Con Lo Bien Que Estaba Sola’ o una mezcla de todo en ‘Carmela’, con espacio para el lucimiento de contrabajo y percusión.
Tras acordar un cántico para pedir los bises, el cuarteto volvería a las tablas para terminar con la delicada y poética ‘La Noche’, la introducción de ‘Larga Vida al Loco’, para concluir con ‘por fiestas rumberas’ con ‘Me Mueve El Aire’, que volvió a levantar al público de sus asientos. Y es que, después de dos horas de música, fueron Las Migas quienes se comieron el escenario.