He recibido un aluvión de críticas por tener la osadía de difundir noticias importantes que no gustan, e incluso hay quien cree que me han engañado, que soy un desinformador, o un lacayo, o un vendido, que he tomado partido, que me he cambiado de chaqueta, o que he cambiado de bando, cuando yo no tengo ningún otro bando que el de las Semillas Estelares, y a ese bando nos falta todavía muchos años para llegar al poder político, aunque a mi no me interese personalmente.
Mi trabajo consiste en difundir noticias importantes o curiosas, gusten o no gusten, y luego tratar de interpretarlas. Mi trabajo no consiste en aguantar insultos. Puede que el “Financial Times” esté manipulado como todos los medios, pero de lo que nadie duda es que es un periódico especializado en finanzas, y que sus redactores saben de economía más que todos nosotros juntos.
Lo que no gusta es que China haya asumido el control del reinicio financiero mundial y que le haya ganado la guerra financiera al Presidente Trump, pero es que ambas noticias eran lógicas y previsibles por la sencilla razón de que China tiene todo el oro que le falta a Estados Unidos, y que la regla de oro es que quien tiene el oro hace las reglas. Es decir, que China tiene el control del proceso porque tiene la sartén por el mango del oro, y el mango también, como decía un estribillo. Cuando hablo de China me refiero a le élite financiera que controla esta país desde la sombra, que son los Ancianos Chinos.
La guerra comercial ha dañado a ambos países, a China y a Estados Unidos, pero parece haber dañado más a la economía estadounidense a causa de su dependencia de la manufactura china. Esto era totalmente previsible y esperable, y en este caso creo que “el huero Rubiales” se pasó de la raya, y ahora se ha dado cuenta de que se ha pegado un tiro en el pie, porque si China devalúa su moneda y vende sus bonos del Tesoro estadounidense puede hacer mucho daño al imperio americano.
NO ES UNA CATÁSTROFE
Pero esto es una catástrofe para Estados Unidos, sino un desbloqueo del proceso por la sencilla razón todos los países del mundo están totalmente de acuerdo con el proceso de reinicio financiero mundial, que es lo principal. La única disputa estaba en el control y en el liderazgo, en el calendario de reformas, en cómo hacerlo, y en llevarse la mejor tajada, pero el objetivo es el mismo.
El obstáculo más evidente que ha frenado, saboteado, paralizado y retrasado constantemente el proceso de reinicio financiero mundial ha sido la camarilla oscura del Estado Profundo que está mucho más arraigada en Estados Unidos que en China. Por ello, el único modo de desbloquear el proceso ha sido el pasar la antorcha del relevo a China, es decir, a los mayores dueños del oro.
Algunos creen que China nos va a imponer el comunismo, o el viejo modelo de nuevo orden mundial que ya está fracasado, muerto y sepultado. Pero China no tiene el poder absoluto y nunca ha intentado imponer a nadie su sistema político, (como hacen otros países) que no es precisamente el comunismo, sino una extraña forma de capitalismo que tampoco nos gusta. Lo único que les interesa a los chinos es hacer negocios, pero no tienen vocación de predicadores políticos. Para predicar el Evangelio ya están los misioneros cristianos.
PARANOIA
Además China está comisionada por todos los países del mundo para desbloquear y desarrollar el proceso de reinicio financiero mundial, y ninguna cosa más. Algunos creen que los chinos nos van a imponer una dictadura mundial, y eso ya es caer en la paranoia. ¿Han visto alguna vez al comerciante chino de su barrio o al camarero chino de un restaurante con intenciones de controlarnos la vida? No, lo único que quieren es vender y sobrevivir en paz, vivir y dejar vivir, para sacar adelante a sus familias, como todo el mundo, y suelen ser muy respetuosos con la Ley, excepto las mafias chinas llamadas triadas. Pero en todos los países hay mafias.
Es verdad que hay chinos malos, pero también los hay muy buenos porque no son seguidores del malvado Fumanchú, sino de las maravillosas enseñanzas humanitarias de paz, respeto y armonía que predicaron Confucio, Lao Tse y Buda, y que inspiran a los Ancianos Chinos. Es verdad que hay esclavitud en China, y que algunos chinos son crueles con los animales (¿no lo somos también aquí?), pero también es verdad que su cultura milenaria está llena de maravillas para los que amamos el arte, la filosofía y la espiritualidad. Uno aprende a amar a cualquier país cuando estudia su cultura.
INFLUENCIA DE EE.UU.
Pero hay otro tema importante. Si cambia China el mundo no cambiará mucho, porque no tienen tanta influencia internacional como Estados Unidos. El mundo cambiará cuando cambie Estados Unidos, porque, nos guste o no, todos nuestros países somos satélites de la gran potencia estadounidense, y cuando ellos estornudan, nosotros pillamos una pulmonía, porque tienen una gran influencia cultural, social y económica sobre todos nosotros. Pasaba lo mismo con el Imperio Romano.
Aunque el Presidente Trump diga “América primero”, la verdad es que si a ellos les va bien económicamente, también nos irá bien a todos nosotros, porque estamos vinculados financieramente al gran imperio americano, siempre y cuando no hagan trampas y manipulen gobiernos como hicieron en su “patrio trasero” de América Latina.
Por lo tanto no deseo el mal de nadie sino el bien de todos. No acepto el juego competitivo de ganar o perder, sino el juego de la cooperación, que se basa en el provecho de todos. Si tú estás bien, yo estoy bien. Si tú estás mal, yo estoy mal. Lo contrario sería el juego del “vete a la porra y apáñatelas como puedas.”
LIBRE ALBEDRÍO
Comparo a los que hablan del “libre albedrío” para justificar su egoísmo, como si te arrojaran a una piscina llena de pirañas carnívoras y para no ayudarte a salir te dijeran que “es tu problema, es tu libre albedrío, arréglatelas como puedas, tú lo elegiste antes de nacer”. Yo le respondería “¿pero qué milonga me está usted contando? ¡Ayúdeme a salir de la piscina!”
Ya que hablan tanto del libre albedrío, termino mi artículo con un Decreto para que no quepa la menor duda sobre mi intención:
“Decreto mi rechazo a cualquier tipo de injerencia en mi Ser por parte de seres oscuros o de baja vibración, y rescindo cualquier tipo de contrato firmado con ellos en cualquier línea de tiempo o realidad.”
El autor de este vídeo de dominio público es Licenciado en Periodismo, con cuarenta años de experiencia, y Oficial de Aviación Reservista Honorífico, entre trece titulaciones, pero no es Locutor.