Resulta que el 19 de este mes publiqué un artículo discrepante, pero respetuoso, referido a la remodelación que el Grupo Independiente por Garrucha (Giga) pretende llevar a cabo, si gana, en el paseo marítimo. El mismo día por la tarde me replica el concejal del Giga, Bernardo Simón Paredes, con un agrio escrito en el que despectivamente dice que mi artículo se debe a una pataleta.
El día 22 aparecen en su página de internet unas frases insultantes donde se habla de palabras necias y de un perro que ladra, que interpreto que están adestinadas a mí, pues su publicación coincide con el contexto de mi artículo y de una entrevista que me hacen en la radio ese día. Si no es así, que no lo creo, me disculpo.
Y el día 27 último he publicado en el mismo medio mi respuesta a su escrito de réplica del día 19. Un artículo, el mío, en el que me defiendo y le hago al concejal una serie de planteamientos sobre lo que el dice en su réplica, siempre con respeto a su persona y sin el menor atisbo de insulto. Ante su falta de respuesta a mis planteamientos su deriva no ha podido ser de peor naturaleza, se ha atrevido a poner en duda mi salud mental lanzando la sospecha de que yo pueda padecer principio de Alhzeimer, un insulto tan grave que prefiero no comentar, no sin decir que es la primera vez que alguien me insulta de forma tan cruel, a la vez que le advierto al concejal Simón que si sigue por ese camino no tendré más remedio que ir al juzgado y querellarme en su contra para defender mi propia imagen con las consecuencias que eso conlleva..
Por lo visto el concejal tiene problemas para interpretar un artículo político discrepante, que el Sr. Simón zanja con un grave insulto traspasando la línea roja de la política. Así es que de esa forma me atiza un golpe bajo, sin venir a cuento y con ganas de dañarme me insulta gravemente y me falta al respeto, cosa que no comprendo. Para mí ha sido una enorme sorpresa descubrir el verdadero rostro del concejal Bernardo Simón Paredes. No lo esperaba pero ha sucedido. Como también he descubierto que personas que decían tenerme en alta estima ahora soy para ellas un desecho. O sea, nada nuevo en la viña del Señor.
Llegado a esa situación de graves insultos me veo imposibilitado de contestar a semejante provocación, pues en la educación que recibí de mis padres y de mi entorno familiar no cabía el insulto o la ofensa en el trato con los demás, Y creo que así lo he demostrado a lo largo de mi vida, especialmente en Garrucha donde llevo viviendo cincuenta y cuatro años, veinte de ellos como alcalde de este pueblo que siempre me ha respetado como yo a él. Por cierto, entre la oposición socialista y yo no ha habido insultos, ha habido dureza pero con respeto mutuo, como debe ser.
Me gustaría que las personas interesadas analizaran detenidamente mis dos escritos, se fijaran en lo que digo en ellos sobre la obra del Giga y la forma de decirlo y después que cada uno conforme su opinión al respecto. No obstante, seguiré con mi discrepancia sobre una obra que de realizarse perjudicaría bastante los intereses de Garrucha, no me cabe duda. Y de forma intensa haré campaña en su contra explicándole al pueblo, una y otra vez, la verdad de lo que se pretende, en la seguridad de que es mucha la gente que lo entenderá así.
Dice que no será él el que provoque un segundo enfrentamiento del pueblo. Se refiere al conflicto del puerto que por lo visto aún no ha entendido, pero si se apunta al planteamiento de los socialistas, que son a los que tiene que intentar ganar y no a mí por si aún no se ha dado cuenta.
Le guste o no es posible que sea el concejal Bernardo Simón el que en su momento provoque ese segundo enfrentamiento al que tanto teme si mantiene su proyecto, pues implícitamente reconoce que su remodelación del paseo no cuenta con el aplauso popular. ¿Y así pretende gobernar? ¿Imponiendo su capricho a todo un pueblo sin dejarlo rechistar en asunto tan importante? O sea, el trágala. A la vista de su comportamiento en este asunto habrá que convenir que este hombre no está preparado para debatir en política, ya que cuando se le contradice responde con insultos.
Señores que cosas pasan. resulta que hace unos días, muy pocos, el Sr. Bernardo Simón se burlaba de Sr. Adolfo Perez preguntándole que le parecía el principio del fin de la baranda. Pocos días después surgio la rotura de la baranda para el chiringuito y salieron a los medios en su defensa el PP y Adolfo Perez, mientras Bernardo Simón miraba para otro lado sin querer saber nada y asustado por si se veía obligado a decir algo. Ahora aparece con un escrito pidiendo que la baranda sea declarada bien cultural pero sin condenar el boquete que han hecho en ella. Bernardo Simón, no te canses, eso no cuela. Ahora quiere ser el Cid Campeador de la baranda sin haber campeado nada. ¡”Amos” anda! No te pases de listo. No se puede ser peso pesado cuando se es peso pluma.
El tal Bernardo se sintió acorralado con el 2º escrito de Adolfo, sin capacidad de respuesta, y echó por la calle de en medio con lo del Alzheimer, cosa que no se le ocurre ni al más infeliz de los políticos, pero ha mostrado su talante como persona, no precisamente para bien o para sentirse satisfecho.
Mira Bernardo tú déjate de insultos a nadie, lo tuyo son las fotos a las hierbas, a las losas manchadas, esa debe ser tu política; nada de decir nada sobre la varanda. ¿Cómo vas a hacer tu una machada con la varanda? Tu tranquilo. Eres grande, nuestro Moises, el gran hombre de la modernidad de Garrucha.
Hay que tener un talento fuera de lo común para darse cuenta que la mejor baza política de uno es insultar. Buen negocio el tuyo Bernardo, eres el Napoleón de la ciencia política.
Yo de D. Adolfo llevaba al Juzgado al Bernardo por faltón y que le costara los cuartos. Vaya talento que tiene este muchacho, debe estar tumefacto de los palizones que le da D. Adolfo. Por lo que se oye y se escribe los partidarios de D. Adolfo están indignados con el trato que le da Bernardo, apoyado y aconsejado por los que lo van a llevar a la ruina electoral, pues el saco de votos se vacía, los votos se los lleva el viento y después ya no hay forma de recogerlos.
No sé quien aconsejará a Bernardo, si es que se deja aconsejar, pero lo que si está claro es que con el asunto del malecón D. Adolfo lo está destrozando. Cada vez que Bernardo da un paso D. Adolfo acciona la máquina de los fideos y sigue el destrozo.
Lo del Alzheimer le va a hacer mucho daño a Bernardo, es demasiado gordo decirle eso a una persona, eso a la gente no le gusta y D. Adolfo tiene mucha gente de su parte. Ha sido un tremendo error. Lo mismo que ha sido un error el silencio de Bernardo respecto a la baranda. perderá muchos, muchos votos. No todo el mundo vale para la política y me creo que Bernardo es uno de ellos, sus actos así lo prueban.
Otro repaso de Adolfo Pérez a Bernardo.
Si señor, Bernardo. Hay que ser muy hombre y muy bragado para propinarle a un señor mayor semejante insulto, arremetiendo injuriosamente con su salud. Eres nuestro gudari. El ejemplo vivo del gran caballero de la sociedad garruchera. Luz que nos ilumina. Sigue así que en la próximas elecciones arrasas.