Tras estar gobernando dos años con el equipo del PP, la alcaldesa socialista de Garrucha ha decidido desligarse de la Juez de Paz que nombrara el entonces alcalde Juan Francisco Fernández y nombrar a la esposa del jefe donde trabaja su marido, tal vez para hacer bueno el dicho ‘que todo quede en casa’, y ex-concejala, ex-diputada provincial, ex-candidata a la alcaldía y presidenta del PSOE en la localidad, Carmina Muñoz González, de quien se dice que “lo ha sido todo en el PSOE de Garrucha”.
El nombramiento de Carmina Muñoz como Juez de Paz en Garrucha fue llevado a Pleno a principios de verano pero no pudo ser nombrada en esa ocasión por encontrarse ausente un concejal socialista, por lo que el nombramiento se ha producido en el último Pleno del pasado mes de julio sin el voto de la oposición -GIGA y PP-.
Acta del pleno en el que se nombra a Carmina Muñoz Jueza de Paz de Garrucha
El nombramiento de Carmina Muñoz como Juez de Paz es visto en Garrucha como la constatación de la debilidad política en que se encuentra la alcaldesa, haciéndose necesario complacer a cuantos le pueden aportar votos para los próximos comicios municipales, como lo evidencia el escándalo que está provocado la autorización municipal para que un restaurante quite un trozo de la baranda de mármol para ampliar el establecimiento, se haga la vista gorda a los bares que amplían la ocupación del suelo público o se inmiscuya en asuntos privados de la comunidad de vecinos Mar y Sol para apoyar a un vecino en actos supuestamente ilegales y ‘matar dos pájaros de un tiro’ al nombrar a la esposa y militante socialista para un cargo público al que se le presupone estar carente de ideología política o cuando menos una elevada dosis de independencia.