La fiestas en honor a la Virgen del Rosario no han sido óbice para que el Paseo Marítimo se encuentre desde primeras horas con ingente cantidad de amantes del aire libre caminando mientras divisan el horizonte así como ciclistas y deportistas ocupando el carril bici casi en similares porcentajes y las playas pobladas de bellos cuerpos femeninos dorándose al sol.