Se está hablando mucho, en los medios profesionales, de los buenos resultados de la gestión privada del servicio integral de aguas de consumo humano, o sea, de la concesión que hacen los Ayuntamientos a empresas privadas para que se encarguen del suministro de agua para consumo humano, ya sea como consecuencia de una actividad comercial o pública.
Estae tipo de conesiones comenzó cuando los Ayuntamientos tenían que hacer inversiones en infraestructuras que les suponían un gran coste o que directamente no podían asumir; se sacaba a concurso la construcción de esas infraestructuras, a cambio de la explotación del servicio durante un tiempo suficiente para rentabilizar esa inversión.
Desde hace unos años esa razón ha cambiado, en la actualidad las infraestructuras las pagan las Administraciones Públicas, ya sea la UE, el Gobierno Central, la Junta de Andalucía, la Diputación, el Ayuntamiento o se financian de forma compartida entre varias Administraciones. En la actualidad se vienen realizando concursos de explotación del servicio de aguas, a cambio de un dinero y condiciones, quiere decir que las empresas privadas que van a gestionar esas infraestructuras pagan un dinero al Ayuntamiento para obtener la explotación. Evidentemente ese dinero lo van a obtener del servicio que explotan.
En España se supone que no pagamos el agua, lo que nos cobran es por el trabajo e infraestructuras necesarios para darnos el seervicio, o sea, para poner en nuestros gfrifos una agua de calidad “apta para el consumo humano” y devolverlas a la naturaleza de manera que no causen impacto. Lo cierto es que periódicamente tenemos que pagar una cantidad según hayanos consumido, más unas cuotas para diversas cosas todas muy loables, pero que suponen que si no abrimos el grifo durante ese período, tenemos una cantidad que pagar igualmente, más el IVA correspondiente a esas cantidades.
La empresa concesionaria va a ganar diner como es lógico, nada que reprochar a una empresa que hace el trabajo que se le ha encomendado. Mucho que reprochar a unos gobernantes públicos que tras gastar un dinero que es de todos y que le han encomendado gestinar sus conciudadanos, hacen una cesión de esa función para que otros ganen dinero ¿No es capaz un Ayuntamiento o una Diputación, de hacer una convocatoria de plazas para mediante un concurso oposición, encontrar los profesionales que sean capaces de realizar ese trabajo? Es evidente que si la empresa concesionaria ha pagado un dinero por tener la oportunidad de hacer ese trabajo, es que se puede ganar más que esa cantidad, que de esta manera, beneficiaría a los dueños reales, que son los ciudadanos.
Es importante que no se cree una empresa municipal porque eso haría las cosas más opacas y lo que necesitamos es más transparencia, que sean los más capaces demostrado mediante un concurso oposición, que puede presentar apariencia de parcialidad en ocasiones, pero que es más claro que una empresa pública que contrata sin control de ningún tipo.
No puede ser que haya Ayuntamientos que aprueban en pleno una subida de lo que los vecinos tienen que pagar por el servicio de aguas, cuando el agua que sale por el grifo es imbebible y hay una empresa que se encarga de gestionar el servicio, o en otras localidades que los ciudadanos tienen un tipo de agua de menor calidad en unas zonas y de mayor calidad en otras y todos pagan lo mismo, o plantas de tratamiento que pagadas entre la UE y la Junta de Andalucía, gestionan unas empresas que venden a la empresa concesionaria quien a su vez cobra el servicio al ciudadano, dando beneficios a varias empresas por el camino.
Recordemos que el agua es un bien necesario para la salud y la vida, no es un producto objeto de negocio, la ONU entre los Derechos Humanos la cita así. La legislación española detalla perfectamente las condiciones que tiene que cumplir el agua para ser apta para el consumo humano y es en esas condiciones como los Ayuntamientos están obligados a que llegue a todos los hogares. Que en muchas poblaciones de la Provincia de Almería no sea así y que encima se haga negocio, es incalificable, que se haga negocio con un bien que es necesario para la salud y la vida humana es más que cuestionable, pero que encima se haga poniendo al servicio de esas empresas todos los medios e infraestructuras, es para mandar a su casa a los gobernantes que abusan de esa manera.
En muchas ciudades del mundo y de España, se está remunicipalizando el servicio de aguas. Ciudades como París, Berlín, Budapest, Johannesburgo, Sevilla, Santiago de Compostela o Valladolid, no sin problemas en algunos casos por pleitos por rupturas de contratos, han comprobado que con la recuperación para el sector público de algo tan importante como el servicio de aguas, se les garantiza a los ciudadanos una mejor calidad y a mejor precio que cuando estaban en manos privadas o bajo gestión público-privada.
Un dato significativo, en Francia cuyas ciudades están siguiendo esta tendencia, están radicadas las dos grandes multinacionales del sector del Agua: Veolia y Suez, que han exportado a otros países el modelo de gestión provada.
En AxSí creemos en los andaluces, en AxSí-Almería creemos en los almerienses y luchamos por que los andaluces y los almerienses recibamos los mejores servicios al menor precio, creemos en lo público que hemos pagado y ni creemos ni queremos que lo público que hemos pagado, sirva para hacer negocio, menos aún con un bien necesario para la salud y la vida.