Cuando se negociaba el nuevo Gobierno de la Junta de Andalucía por las tres derechas -PP, Cs y Vox- se presentía que la Autoridad Portuaria cambiaría de dirección y por consiguiente de hábitos, toda vez que el Puerto Deportivo de Garrucha se ha convertido en un centro de poder del PSOE que no tiene criterio para conceder los establecimientos hosteleros que han llegado a tener sobresaltados a los vecinos, muchos de los cuales veraneantes que encontraban su vivienda en un hogar inhabitable por los ruidos generados por la música.
No consta criterio para la adjudicación de terrenos para la instalación de establecimientos hosteleros en la zona de la Autoridad Portuaria y desde hace menos de un lustro el establecimiento del ORA en la explanada del puerto que el PSOE gestionó para solucionar en la medida de lo posible el problema del aparcamiento en el casco urbano. Esta ausencia de criterios,para la adjudicación de terrenos dedicados a la instalación de casetas para hostelería, ha provocado agresiones físicas toda vez que en las casetas que deberían ser teóricamente desmontables se han llevado a cabo obras de cemento por lo que ha supuesto un elevado desembolso económico que no se ha visto sostenido e incluso de ha llegado a construir un edificio de cemento que duerme el sueño de los justos en la zona portuaria.
Lo que llama poderosamente la atención es que la Consejería de Fomento de la Junta de Andalucía no haya intervenido, cuando ante ella hubo una gestión presencial en Sevilla por los ruidos generados, para establecer los criterios que deben regir en la zona del Puerto Deportivo de Garrucha, poder fáctico del PSOE, y no se halla procedido a un cambio en la dirección como fue una de las primeras acciones políticas que llevó a cabo el Consejero de Fomento en la capital, destituyendo a Mari Carmen Ortiz y nombrando a Jesús Caicedo.