Esta información que a continuación se transcribe literalmente, publicada en LA GACETA DE ALMERÍA el día 2 de agosto de 2016, adquiere especial relevancia en estas fechas tras la decisión del Ayuntamiento de Garrucha de salirse de GALASA, lo que hace repercutiendo en los vecinos la deuda contraída con la empresa y a la que hay que sumar el más de millón y medio que depositara como aval la propiedad de la parcela 1.1.
La cantidad de dinero depositada en la cuenta bancaria del Ayuntamiento parece haber alterado la vida política del municipio, al ser la causa de la destitución del Interventor accidental designado por el Equipo de Gobierno del PSOE que estaba presidido por Adrés Segura, motivando la contratación de un Funcionario del Ayuntamiento de Almería como Interventor y al cese de su actividad se contrató al actual Interventor Municipal que, el actual Equipo de Gobierno socialista heredara de su antecesor del PP, ha implantado la teoría de que a todo lo económico municipal se le puede aplicar la figura de ‘Caja única’ y en consecuencia no existen diferencias con cualquier depósito que en la Caja Municipal se halle. Al parecer, según fuentes dignas de crédito, el actual Equipo de Gobierno ha dispuesto de unos trescientos mil euros en aplicación de tal concepto.
Por consiguiente, la deuda del Ayuntamiento de Garrucha con GALASA proviene de dos conceptos, el de las cuotas no abonadas desde la creación de la empresa pública y el dinero depositado por la 1.1, y motivará tras la incorporación a CODEUR el mantenimiento del precio pese a ser inferior el de la nueva empresa y conllevará un aumento espectacular tras los comicios electorales municipales en 2019 para pagar la deuda.
La mala gestión de Galasa ha abocado a la empresa pública de la Diputación Provincial a ver su futuro cuestionado, cuando paradójicamente una empresa pública local en su ámbito, Codeur, está obteniendo dividendos y se le ha encargado un estudio para suministrar a la zona como alternativa a GALASA al haberse convertido en ejemplo de la mala gestión al coexistir enchufados políticos, directivos con sueldos astronómicos que se aproximan a los de un Presidente de Gobierno y los Ayuntamientos que jamás han pagado, lejos de los escapes de agua en la red.
Dirigentes políticos han cuantificado en un 50% la ‘pèrdida’ de agua que gestiona GALASA, porcentaje que, según ha podido saber este periodista de fuentes absolutamente solventes, se debe a la deuda, en la mayoría de los casos no reconocida en los Consistorios, que vienen contrayendo los Ayuntamientos al no pagar el agua que consumen y en algunos casos tampoco quienes los gobiernan y sus votantes, muy lejos de que en la red se escape el agua.
En consecuencia, el oscurantismo sobre la deuda contraída por GALASA desde su fundación es considerable porque los Ayuntamientos a los que abastece, con agua que jamás ha sido apta para el consumo humano, han sido gobernados por los dos grandes Partidos Políticos que en la actualidad se encuentran a la gresca públicamente y en cuantas mociones se vienen presentando en los plenos de las Corporaciones Locales el PSOE vota ‘NO’ a la subida del precio del agua en tanto que el PP disciplinadamente vota ‘SÍ’ al alza en los precios del agua.
Por consiguiente, la deuda de GALASA es la que con esta empresa tienen los Ayuntamientos y a la que generan los directivos con sus astronómicos sueldos, correspondiendo a los escapes de agua de la red un porcentaje nimio que diligentemente son reparados y económicamente muy pequeña.
Sacar a Garrucha de Galasa es una temeridad mayúscula, sin que se sepa nada de semejante medida. Como fracase el ingreso en Codeur y se perjudiquen los usuarios y el Ayuntamiento el equipo de gobierno y la alcaldesa María López saldrán por los Pirineos a gorrazos, corriendo como liebres por aquellas trochas.
Agustín Muñoz habla muy claro en éste artículo. La verdad está más cerca de lo que dice Agustín que de la versión oficial. Pidan cuentas a los alcaldes que fundaron Galasa, ellos saben la verdad aunque algunos prefieren ocultarla para eludir su responsabilidad.