La paralización de las obras del emblemático edificio El Mirador en la plaza Nueva de Mojácar ha generado una cierta controversia social debido a su enclave.
Según informan fuentes municipales, los planes de restauración de la Plaza Nueva (El Mirador) y del nuevo Ayuntamiento se programó en dos fases para no paralizar el pueblo ni interrumpir el devenir normal del turismo.
La primera fase: La Plaza Nueva, se concluyó en tiempo, es decir, antes de Semana Santa.
La Segunda fase: el edificio bajo el mirador (lo que será el nuevo Ayuntamiento) y el refuerzo de la calle París, quedó pendiente a que terminara la temporada turística 2017, empezar los trabajos en otoño-invierno y terminar nuevamente en la Semana Santa de 2018.
Cabe señalar que la segunda fase nunca se había previsto terminar para finales de 2017 ya que es mucho el trabajo para completar la segunda fase y sería imposible.
En esta segunda fase y antes de terminar el edificio, como primera medida, hay que reforzar la calle París. Según informan las mismas fuentes, se hace necesario estudiar bien la mencionada calle París, su refuerzo y garantizar completamente que no pueda haber ningún problema en el futuro.
Los técnicos están en ello y los estudios y comprobaciones están retrasando el comienzo de las obras.
En contra de lo que se comenta por el pueblo, no se han paralizado las obras sin previsión de reanudarlas, sino que se están haciendo más estudios de la calle lo que parece retrasa el comienzo de la obra en sí.
Por último, hay que señalar que la dirección técnica de este proyecto es de la Diputación Provincial de Almería y no del Ayuntamiento de Mojácar.
La paralización ha llamado la atención ciudadana por la aparición de losas levantadas y no rearadas en el acceso al mirador que da nombre al edificio, lo que será corregido en cuanto comience la segunda fase una vez acabado el estudio de la calle París.