En el Valle del Almanzora pasó desapercibido el terremoto de intensidad 2 con epicentro en Zurgena que se produjo el Día de Reyes.
- ¿Se puede predecir el lugar, la magnitud y el momento de un terremoto?
Predecir el lugar exacto, su magnitud y en qué momento se va producir un seísmo es absolutamente imposible; pero sí es factible, hoy en día, merced a los GPS especiales que se emplean para las mediciones del subsuelo, determinar las zonas en las que en un tiempo cercano es muy probable que vaya a tener lugar un fenómeno de este tipo e, incluso, aproximarse a la intensidad que pueda tener.
Viene esto a colación porque hace varias semanas una revista norteamericana publicó que San Francisco (Estado Unidos) se vería afectado por un terremoto de extraordinaria magnitud antes del inicio del año 2018, es decir, de aquí a unos meses. Aunque no se puede afirmar con rotundidad que esto vaya a suceder en el transcurso de ese periodo, la noticia no es disparatada.
Predecir el lugar exacto, magnitud y momento de un seísmo es imposible
Actualmente, tanto la placa tectónica que se encuentra debajo de la costa occidental de América del Norte que habitualmente se desplaza hacia el Pacífico a unos 55mm al año y la que está situada debajo de esta cuyo desplazamiento desde el Océano hacia el Continente lo hace en sentido contrario a misma velocidad, aproximadamente (algo similar a lo que sucede en Japón), se encuentran casi estancadas, lo que determina que se esté acumulando gran cantidad de energía, que, previsiblemente, a no mucho tardar, tenderá a liberarse, lo que, en definitiva, provocará un gran convulsión, o lo que es lo mismo un gran terremoto que podría superarlos 8 grados en la escala de Richter.
No obstante, señalar con exactitud, como decía antes, la zona afectada dentro del territorio indicado, la magnitud y la fecha concreta no es posible. Solo se puede saber que está próximo en el tiempo y que será enorme. Y es que en un año se producen miles de terremotos que no llegan a provocar catástrofes.
¿Predecir terremotos en España?
En España, las placas tectónicas situadas debajo del sureste y el sur de la Península tienen un desplazamiento habitual bastante más lento (unos cuatro milímetros al año), por lo que cuando se ralentizan solo suelen provocar pequeños movimientos de tierra. Según los expertos, el terremoto de mayor magnitud que podría registrarse en España no superaría, en ningún caso, los 6,5 grados.
Bien es cierto que ligeros terremotos, imperceptibles en su mayoría, hay en nuestro país prácticamente todos los días y que vienen a ser entre 10 y 15 jornadas al mes aquellas en las que sí llegan a detectarlos personas en algunas zonas y, en esas fechas, se producen numerosas llamadas al Departamento de Sismología del Instituto Hidrográfico Nacional recabando información.
El terremoto de mayor magnitud, con epicentro en España, del que se tiene constancia se registró en 1829 en la zona de Torrevieja, alcanzando una magnitud de 6,5 grados. El que afectó a Lorca el 11 de mayo de 2011 tuvo una magnitud de 5,1 grados provocando nueve víctimas mortales debido a cascotes que cayeron de edificios (ninguna dentro de los mismos).
El mayor terremoto registrado en España fue en Torrevieja en 1829
Pero, sin duda, el mayor desastre natural que ha sufrido la Península (también afectó notablemente al suroeste de España) fue debido al tsunami que se produjo el 1 de noviembre de 1755 en el Atlántico a 250 kms de la costa portuguesa y que junto al terremoto (magnitud de 9 grados), que se acusó anteriormente a la llegada de la gran ola y al fuego que incendió posteriormente a la ciudad destruyeron casi toda Lisboa donde, solo en la capital, fallecieron casi 100.000 personas. Todo el litoral sur del Atlántico se vio igualmente afectado por el tsunami aunque, por aquel entonces, tenía escasa población.
¿Se imaginan la magnitud de la catástrofe de hace tan solo algo más de dos siglos y medio si eso sucediese en un mes de agosto de estos tiempos? Es como para que por un momento pensemos que, pese a los grandes avances tecnológicos, siempre estaremos expuestos a las fuerzas de la naturaleza.
Ni qué decir tiene que para escribir este artículo me he documentado y consultado a los entendidos en la materia. El hecho de que en la carrera de Ciencias Físicas que yo estudié en la especialidad que entonces se llamaba Física del Cosmos, se diese una asignatura de sismología y otra de astronomía no nos da pie, ni mucho menos, para decir que somos sismólogos o astrónomos.
Como tampoco se lo da a quienes estudian esa especialidad, hoy día con otros nombres, dependiendo de las universidades, donde se cursa alguna asignatura de meteorología para decir que son meteorólogos, cosa que actualmente se hace con total impunidad. Para ser meteorólogo hay que superar una dura oposición tras tener la titulación universitaria y no me cansaré de decirlo porque es la realidad.