Mojácar se despuebla y el casco urbano antiguo se transforma a pasos agigantado en un pueblo fantasma porque la gente joven se está trasladando a vivir a Turre, Garrucha, Vera y Almería, donde se está conformando núcleos de mojaquer@s.
En consecuencia el casco urbano antiguo, el pueblo calificado por méritos propios como rincón de embrujo, se está quedando habitado mayoritariamente por personas mayores y extranjeros, quedando en el recuerdo el bullicio durante las tardes y las noches durante las cuatro estaciones del año cuando por las angostas calles transitaban l@s amantes de la belleza arquitectónica y se conformaban tertulias hasta altas horas de la madrugada que inducían a repetirlas en cuanto las circunstancias lo permitieran.
Los descrito forma parte del recuerdo de los actuales sesentones que añoran el casco urbano antiguo de Mojácar, hoy convertido en una zona residencial habitada en su inmensa mayoría por personas mayores al haberse visto obligada la juventud a trasladarse para residir en las vecinas localidades del Levante Almeriense. Cabe señalar que en gran medida se le atribuye este proceso de despoblación a la política que viene llevando a cabo la actual alcaldesa y candidata a la reelección tras más de 30 años como concejala, Ros Mari Cano.