No existe pliego de condiciones en el Ayuntamiento de Garrucha para la construcción de un hotel en el solar de las escuelas o en el que existe una palmera que inspiró a Siles para una soberbia obra literaria, por lo que todo parece indicar que se trata de una vulgar artimaña con la que mitigar las necesidades sociales ante las próximas elecciones municipales tras una vacaciones de tres años.
La hoy leyenda del hotel en Garrucha data de la etapa de Andrés Segura como Alcalde cuando su acción política generó el interés empresarial para la construcción de un hotel en suelo municipal, exigiéndole su apertura durante siete meses al año a cambio de edificar una planta más. Y pese a ser una etapa de esplendor económico durante la ‘burbuja de la construcción’ al empresario “no le salían las cuentas”, por lo que es más que dudoso que en plena crisis se esté barajando la posibilidad de construirlo en unas condiciones similares y dignas para Garrucha.