El Banco de España ha publicado el Informe Anual de 2017, que será el último bajo el mandato de Luis María Linde, y en el que ha defendido que se fomente el trabajo más allá de la edad de jubilación, que las pensiones no se liguen al IPC y que se llevan a cabo subidas en el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA).
Informe del Banco de España sobre 2017
]LA REFORMA DEL SISTEMA DE PENSIONES
En lo que respecta al primer punto, el propio Linde afirma en su presentación que “el envejecimiento poblacional afecta negativamente a las tasas de actividad y de ocupación”, y que “para paliar estos efectos son necesarias medidas que favorezcan la participación en el mercado laboral de los grupos poblacionales de mayor edad“.
Esto supone, tal y como ha defendido en más de una ocasión, que se alargue la edad de jubilación o que las personas con edad en hacerlo decidan seguir en el mercado de trabajo. Una medida de este tipo, además de beneficiar al mercado laboral, también sería positivo para el sistema de la Seguridad Social ya que se elevaría el número de cotizantes.
En cuanto al sistema de pensiones, el Banco de España reclamar que se mantengan las reformas de 2011 y 2013, que es justo lo contrario a lo que el Gobierno ha hecho con el pacto que alcanzó con el PNV para ligar las pensiones al menos en 2018 y 2019.
“La aplicación del factor de sostenibilidad, que vincula la pensión inicial al incremento de la esperanza de vida, y, sobre todo, la del índice de revalorización anual de las pensiones, que liga su incremento al equilibrio entre los ingresos y los gastos del sistema, lograrían, en contextos macroeconómicos favorables, reducir de forma gradual el actual déficit del sistema, que alcanzó el 1,8 % del PIB en 2017″, defiende el Informe Anual.
“En ausencia de aumentos adicionales de los ingresos, el ajuste se produciría principalmente a través de una disminución de la tasa de sustitución de las pensiones públicas, cuyo descenso podría alcanzar los 20 puntos entre 2013 y 2060”, añade.
Y en lo que respecta a los impuestos, el organismo considera que “existen márgenes para considerar una revisión y definición de la cesta de impuestos hacia estructuras más favorables al crecimiento potencial”. “En este sentido, los análisis disponibles” muestran que España presenta un menor peso de la imposición al consumo sobre PIB que la media de la UE, lo que se refleja en una menor recaudación tanto por IVA como por impuestos especiales, en particular medioambientales”, añade.