El ambiente social se encuentra irrespirable en todos y cada uno de los pueblos de España, como lo demuestra el que la ciudadanía camine de día por una calle mientras la clase política lo haga de noche y por un lodazal.
Expresiones que ya se han convertido en vulgares como la que esta mañana de domingo le han dicho a un ciclista, “dales más fuerte, De Juana Chaos”, induciría a llevar a cabo una reflexión profunda a nuestros gobernantes a los que va dirigida y de las que tienen constancia.
Ello hace pensar que los gobernantes españoles no tienen motivos para quejarse, y lo mejor que haría, el mayor servicio que haría a España, a la que dicen servir, y a los españoles, de los que realmente se sirven, es marcharse a sus mansiones y dejar el paso para otras personas a las que acusan de idealistas y con epítetos irreproducibles.