La meningitis que asoló Galicia a principios de los 80 estuvo a punto de acabar con su vida, como hizo con la de varios miles de niños. Sin embargo, Cristina Regojo no solo sobrevivió, sino que adquirió un coraje sobrenatural para superar la enfermedad y sus efectos secundarios, como la sordera. Hoy, además de ser médico especialista en Análisis Clínicos del Eoxi de Vigo (Hospital Alvaro Cunqueiro y Hospital Meixoeiro), es una de las cofundadoras de Asociación Española contra la Meningitis. El 7 de noviembre estará en las XVI Jornadas Internacionales de Actualización en Vacunas organizadas por el Instituto Balmis Knows en el Teatro Cervantes de Almería.
- “Este es un mundo de valientes” es parte del título de la conferencia que ofrecerá en las Jornadas. Incluso, un mundo de supervivientes, y es que usted superó la meningitis siendo muy joven. ¿Cómo fue todo aquello?
Tenía 4 años. Recuerdo que era un día de verano y me levanté con mucho malestar, fiebre y vómitos. El pediatra que vino a casa pensó que podía ser gastroenteritis, por lo que les mandó a mis padres vigilarme y Paracetamol. En pocas horas el cuerpo se me cubrió de petequias. La niñera que me cuidaba, casualmente, había tenido un hijo que había pasado la meningitis, y enseguida reconoció las petequias y dio la voz de alarma para que me llevaran urgentemente al hospital. Llegué inconsciente y, tras unos días en la UCI, lo peor había pasado. Me dijeron que había superado la infección y me pasaron a la planta. Allí, a medida que me iba recuperando, también empezaron a salir las secuelas que me dejó la meningitis. Sufro desde entonces una hipoacusia bilateral profunda y crisis de vértigo esporádicas por la arreflexia vestibular derecha. Al salir del hospital estuve meses sin poder andar hasta que recuperé el equilibrio con rehabilitación.
- La enfermedad le ha dejado secuelas que, no obstante, no han impedido que haya seguido adelante cumpliendo objetivos. ¿Se considera una afortunada?
Sin duda, soy una afortunada. Otros no han tenido tanta suerte como yo ni están aquí para contarlo. Entre un 25 y un 30% de afectados sufren secuelas por esta enfermedad, muchas de ellas gravísimas, como amputaciones de miembros, fallos multiorgánicos o ceguera. Y estas cifras son constantes. No hay que olvidar este dato cuando se trata de prevenir esta enfermedad. Y hay vida después de la meningitis. Como dice Dávide Morana, todo un héroe de la meningitis, esta maldita bacteria no va a decidir cómo tenemos que vivir nuestra vida. En mi caso, además de mis ansias por salir adelante, he tenido la suerte de tener una familia que no cortó las alas de mi futuro, sino que me apoyó y me dio lo que necesitaba para poder hacer una vida normal como la de cualquier niña, adolescente y universitaria, hasta hoy. Mi día a día es duro, pero tengo la suerte de tener unos aliados excepcionales, que son mi marido y mis hijos. Ellos son mis oídos cuando lo necesito.
- ¿Por qué decide fundar la Asociación Española contra la Meningitis?
Porque llegó un momento en mi vida en el que me di cuenta de que había recibido tanto que sentí la necesidad de devolverlo, de aportar mi granito de arena en esta lucha. Desde niña siempre quise ser médico para combatir esta enfermedad, así que la Asociación que hemos fundado cinco supervivientes y yo es un sueño hecho realidad. Es posible cerrar el círculo de la meningitis con el apoyo de todos, y en eso estamos.
- ¿Cuál es la situación actual de la meningitis, una enfermedad que ha causado tanto dolor, sobre todo en el pasado?
La situación actual es que las meningitis han disminuido en cuanto a incidencia gracias a las vacunas que se han ido instaurando en el calendario vacunal. Es importante tener memoria histórica y no olvidar lo que vivieron nuestros abuelos, nuestros padres e, incluso, yo misma, ¡que no soy tan mayor! (risas). La meningitis no es una enfermedad del pasado. Se siguen dando casos a cuentagotas, pero de forma constante, relacionados la mayor parte con niños y no tan niños sin vacunar o fallos vacunales .
- Desde su Asociación no solo trabajan por potenciar la investigación contra la meningitis, sino también por fomentar las vacunas. ¿Hasta qué punto es fundamental esta concienciación?
Es difícil entender que en el siglo XXI un niño muera o tenga una secuela grave por una enfermedad prevenible con vacunas. En este caso la decisión de incluirlas o no en el calendario nada tiene que ver estadísticas. Con que le pase a un niño es suficiente.
- ¿Se puede hacer desaparecer la meningitis?
Es posible cercar a esta enfermedad, cerrar el círculo de la meningitis entre todos. Para ello, es necesaria una conciencia plena de lo importantes que son las vacunas en esta enfermedad, al igual que lo fueron para otras enfermedades infecciosas como la viruela, erradicada gracias a ellas. No es necesario que cuente lo que está pasando con el sarampión, por ejemplo, o con la difteria. Para conseguirlo, es necesaria también una actuación a nivel mundial, incidir y ser conscientes de los movimientos migratorios. Por todo ello, la Asociación Española contra la Meningitis pertenece a CoMO (Confederation of Meningitis Organizations) y mi compañera Elena Moya es la representante de Europa y África .
- ¿En qué se va a centrar la charla que ofrecerá el 7 de noviembre en las Jornadas Internacionales de Actualización en Vacunas?
Daré voz a los afectados por la meningitis contando una historia que nos sumergirá en el pasado, presente y futuro de esta enfermedad.
- ¿Qué opina de que el Instituto Balmis Knows siga celebrando en Almería un evento de estas características en el que se pone en valor la importancia de las vacunas?
Mi más sincera enhorabuena y mi reconocimiento a los organizadores de este evento tan necesario para recordar su importancia. Hoy en día, desde mi punto de vista, hay dos peligros que acechan a los logros conseguidos por las vacunas: la falta de memoria histórica de los más jóvenes y los antivacunas. Ambos tienen algo en común: la falta de conocimiento. Así que celebro que se siga celebrando este evento para que nos ayude, sobre todo, a vacunar contra dicha falta de conocimiento.
- Los días 7 y 8 de noviembre se reunirán en Almería decenas de voces autorizadas del ámbito de las vacunas. ¿Qué le diría a alguien que se esté pensando si acudir a estas Jornadas?
Le diría que no hay duda, que toda la formación tanto técnica como humana que adquiera en estas jornadas le va servir para bien. En el caso de que sea un profesional indeciso o demasiado joven, le puede servir para disipar dudas y en el caso de que sea experimentado o aventajado para actualizarse y compartir conocimientos.