Durante las primeras horas de la mañana de este domingo fue observado un buscador de tesoros en la playa almeriense de El Zapillo. No resulta extraño encontrarse con alguien con unos cascos en sus orejas que comunican con un objeto que lleva entre las manos. Parece un palo de escoba pero en lugar de terminar con un cepillo tiene en su punta una especie de plato que va paseando de manera uniforme por el terreno; de un lado a otro, con movimiento pendular. De vez en cuando, parece que algo le llama su atención, se agacha y escarba en la arena. Es un detector de metales y busca algún objeto descuidado entre la arena con la esperanza de que tenga algo de valor.