Ha llamado poderosamente la atención la inexistencia de Cruces de Mayo del escaparate social de Garrucha cuando se venían celebrando como unas fiestas más en las principales calles del casco urbano.
Las Cruces de Mayo han venido suponiendo la apertura de la temporada turística, colocando cruces florales en diversos puntos del casco urbano como en el mirador del Paseo Marítimo, en la plaza Pedro Gea y en el solar existente junto al edificio Mar y Sol, a la que se sumaban bares y restaurantes.
Este año las Cruces de Mayo se han limitado a la instalación de barras con bar en el ferial, haciéndose notar durante la madrugada, por lo que algunos vecinos han expresado sus quejas al haber acudido a Garrucha a descansar y no lo han conseguido del todo.
Cualquier queja está sirviendo de excusa en Garrucha para exponer la frustración que se está padeciendo con el Gobierno de la socialista María Antonia López, que en el ecuador del mandato constitucional los ediles del Equipo de Gobierno han desaparecido de su entorno social habitual ante la no atención a los problemas que aquejan a sus convecinos, las falsas promesas como la bajada del coeficiente municipal que grava el valor catastral de las viviendas que impone el Gobierno Central, la ya olvidada auditoría y la indignación generada por la contratación de un familiar como arquitecto en una época de crisis urbanística, dándose la paradoja de contar el Ayuntamiento con dos arquitectos, sumándosele a ello la contratación de Gabinete de Prensa por 750 €/mes frente a los 300 €/mes por el PP, independientemente de la publicidad.