Representantes de la Asociación de Municipios en Defensa del Desarrollo Sostenible y contra la Despoblación (AMCODES) han participado en unas jornadas en Priego de Córdoba, en las que se ha puesto de manifiesto la necesidad de que las administraciones públicas afronten el reto demográfico que supone el abandono de las zonas rurales. Con el título ‘Afrontando el reto de la Despoblación en Andalucía’, las jornadas han sido organizadas por la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP) y la Consejería de Economía, Hacienda y Administración Pública de la Junta de Andalucía, con la colaboración de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) y el Gobierno de España.
El presidente de AMCODES y alcalde de Almócita, Francisco García, ha asegurado que, en estas jornadas, en las que participaron la comisionada del Gobierno frente al Reto Demográfico, Isaura Leal Fernández, y el director general de Administración Local de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Fernández Ortega, quedó clara “la voluntad, por parte de los responsables políticos, de considerar el reto demográfico como un problema de Estado, en el cual tienen que implicarse todas las administraciones, tanto desde el Gobierno de la Nación hasta las comunidades autónomas, pasando por las diputaciones y los ayuntamientos”.
“La despoblación debe ser un elemento transversal en cualquier acción de gobierno y habrá que hacer reformas legislativas o normativas que favorezcan el asentamiento de la población en los territorios y la repoblación de las zonas más despobladas”, ha señalado García. En este punto, ha defendido que el papel de las diputaciones provinciales “es fundamental, pues es la administración más cercana a los ayuntamientos y es la que debe dar cobertura, en muchos aspectos, a los pueblos más pequeños, por lo que habría que redefinir claramente cuáles son sus funciones y fijar como una prioridad en su acción la despoblación del interior y la atención prioritaria a los municipios más pequeños, que no siempre es así”.
García considera que “habrá que adoptar medidas de discriminación positiva hacía los habitantes que decidan desarrollar su actividad vital en los entornos rurales de nuestro país”. “No podemos perder de vista que, con el abandono del campo, las pérdidas son múltiples y nos afectan a todos, a toda la sociedad en su conjunto, ya que hay pérdida de recursos endógenos, que nos empobrecen a todos, y pérdidas de patrimonio cultural, tanto material como inmaterial, que es de todos y que nos hace tan ricos como país y tan orgullosos de nuestra diversidad”, ha añadido. A estos elementos, el alcalde de Almócita también ha sumado la soberanía alimentaria. “Tenemos que garantizar el alimento y el sustento para todos nuestros ciudadanos y no dejarlo en manos de terceros países, ya que, si esto sucediera, las consecuencias que de ello se podrían derivar serían catastróficas para nuestro estado de bienestar”, ha advertido.