El XV Aniversario de la Plaza de Toros de Roquetas de Mar, la ‘Plaza de Todos’, está proporcionando una semana mágica, en la que el arte, la tauromaquia y la cultura se dan la mano, y tendrá su broche de oro con las dos corridas de toros de este fin de semana. Dentro de los actos conmemorativos, y mientras en los alrededores y dentro de la Plaza de Toros numerosos turistas, nacionales y extranjeros, se hacían fotografías y visitaban el museo, en el Patio de Caballos, hoy al mediodía, se descubría un precioso azulejo que recuerda el cartel del año pasado, el primero en el que se colgó el ‘No hay billetes’ en las dos tardes de la feria taurina del coso salinero. Un éxito de público que se espera repetir este año por el interés que están mostrando los aficionados.
El alcalde de Roquetas de Mar, Gabriel Amat, acompañado del autor del cartel, Juan Ibáñez, la teniente de alcalde y responsable de la Plaza de Toros, Eloísa Cabrera, y la concejala María Dolores Ortega, fueron los encargados de descubrir al numeroso público presente en el acto el azulejo que recuerda esta efeméride. “Aquí tenemos a las personas importante y tú lo eres, para nosotros mucho más”, le ha expresado el alcalde Gabriel Amat a Juan Ibáñez, pintor al que ya se le había dedicado una sala de exposiciones en el coso roquetero.
El autor del cartel, Juan Ibáñez, explica que “hago una pintura caleidoscópica, y en este cartel se ve reflejada la plaza de toros en una vista aérea, el Castillo de Santa Ana y una composición del toro y el torero, con los colores de esta tierra: el azul del mar, el amarillo del sol, y el albero del coso roquetero”. El azulejo que representa el cartel es obra del artesano José Javier González de ‘El Testero’, una cerámica realizada con la técnica de la cuerda seca.
Gran ambiente en la novillada
Aunque la conmemoración del XV Aniversario de la Plaza de Toros se desarrolla desde el pasado 4 de julio, y se intensifica esta semana, la feria taurina de Roquetas de Mar comenzó ayer con una intensa y emocionante novillada en clase práctica, un gran espectáculo en la arena y en los tendidos repletos de aficionados. Coordinada por la Escuela Taurina de Almería, su director, Ruiz Manuel, realiza un balance muy positivo: “ha sido un éxito total, por el resultado final, siete orejas, y por el juego que han dado los novilleros y el ganado”. Esta frase la desarrolla en el sentido de que “los alumnos han toreado con gran ilusión y mostrado sus cualidades. Ha sido un gran escaparate para ellos”.
Dos de ellos, Juan Diego, de Almería, y José Luis Becerra ‘Corruco’, salieron a hombros, al cortar, cada uno de ellos, dos orejas. Además, lograron una oreja Víctor Hernández, de Guadalajara, y Jorge Martínez y Diego Amador, ambos de Almería. A Borja Collado, de Valencia, le tocó el novillo más soso y se tuvo que conformar con los aplausos del público.
José Luis Becerra mostró un toreo atrevido y valiente, un torbellino, con frescura y sentido del espectáculo y conectó de principio a fin con el público. Por su parte, el almeriense Juan Diego ofreció un toreo más reposado y obsequió al público con un amplio abanico de técnicas taurinas. Toreo clásico y alegre, que, como confiesa Ruiz Manuel, “es muy responsable y se prepara con intensidad, me alegro que saliera a hombros”.
El segundo novillero de la noche fue Víctor Hernández, de Guadalajara, clásico, con conocimientos y firmes maneras. Una oreja. Tras el descanso para la merienda-cena, llegó el turno de Jorge Martínez, de Almería. Era la primera vez que se enfundaba el traje de luces y la verdad es que mostró buenas maneras, ofreciendo algunos de los momentos más artísticos de la noche. Habrá que seguir con atención la proyección del novillero. También fue reconocido con una oreja.
El quinto toro fue el único soso y, pesar de la dificultad, Borja Collado, de Valencia, se empeñó en torearlo. El novillero mostró muy buenos conceptos, pero era muy complejo sacar algo bueno del astado, por lo que se tuvo que conformar con el reconocimiento y los aplausos del público. Más aún tras seguir toreando después de la voltereta y el consiguiente susto que le dio el novillo durante la lidia.
Concluyó la novillada con el almeriense Diego Amador, que también hacía su debut con el traje de luces. Un gran artista sobre la arena del coso salinero, con gran personalidad, que sorprendió con alegres pases e hizo feliz al público en el broche de oro a una gran novillada en Roquetas de Mar.