Dirigentes políticos han cuantificado en un 50% la ‘pèrdida’ de agua que gestiona GALASA, porcentaje que, según ha podido saber este periodista de fuentes absolutamente solventes, se debe a la deuda, en la mayoría de los casos no reconocida en los Consistorios, que vienen contrayendo los Ayuntamientos al no pagar el agua que consumen y en algunos casos tampoco quienes los goobiernan y sus votantes, muy lejos de que en la red se escape el agua.
En consecuencia, el oscurantismo sobre la deuda contraída por GALASA desde su fundación es considerable porque los Ayuntamientos a los que abastece, con agua que jamás ha sido apta para el consumo humano, han sido gobernados por los dos grandes Partidos Políticos que en la actualidad se encuentran a la gresca públicamente y en cuantas mociones se vienen presentando en los plenos de las Corporaciones Locales el PSOE vota ‘NO’ a la subida del precio del agua en tanto que el PP disciplinadamente vota ‘SÍ’ al alza en los precios del agua.
Por consiguiente, la deuda de GALASA es la que con esta empresa tienen los Ayuntamientos y a la que generan los directivos con sus astronómicos sueldos, correspondiendo a los escapes de agua de la red un porcentaje nimio que diligentemente son reparados y económicamente muy pequeña.
Tal cual. En breve veremos a la Diputación sacar pecho diciendo que el problema de las fugas de agua ya está resuelto. Lo habrá conseguido con una inversión modesta y sin necesidad de poner las calles de nuestros pueblos patas arriba. Magia.
Las fugas que hay son de dinero, y un poco de agua.